¿Hasta donde debemos
practicar las verdades?
¿Hasta donde sabemos?
Que escriban pues la historia...
Su historia los hombres...
Con la edad nos asustan más las cosas que no tenemos previstas...
Con la edad nos volvemos más cobardes...
Cuidamos más lo nuestro, y a los nuestros...
Protegemos los pilares que nos dan estabilidad...
Por eso, los no-tan-aventurados evitamos los cambios...
Pero no todo depende de nosotros, no todo queda en nuestras manos...
Y nos columpiamos del delicado hilo de la esperanza...
Para luego dejarnos caer en la red de la frustración, la impotencia y al último en la de la resignación.