June 10, 2016

Melancolía celular y otras realidades.



"Al contrario de lo que se cree, sentido y significado nunca han sido lo mismo, el significado se queda aquí, es directo, literal, explícito, cerrado en sí mismo, unívoco podríamos decir, mientras que el sentido no es capaz de permanecer quieto, hierve de segundos sentidos, terceros y cuartos, de direcciones radiales que se van dividiendo y subdividiendo en ramas y ramajes hasta que se pierden de vista, el sentido de cada palabra se parece a una estrella cuando se pone a proyectar mareas vivas por el espacio, vientos cósmicos, perturbaciones magnéticas, aflicciones. "


Soy el celular que un día por enojo o por tristeza, aventaron contra la pared. Soy el celular que dejaron caer, a veces sin querer, a veces a propósito. Soy el celular que nunca tuvo buena recepción. El que prometía ser maravilloso en la publicidad: gorilla glass, funciones que otro teléfono no tiene, diseño novedoso, único... 
Soy ese teléfono caro e inservible. Ese teléfono que ya no tiene arreglo aunque le compren batería nueva, aunque le reemplacen la pantalla. Soy ese teléfono defectuoso que ya tampoco tiene ganas de servir. 

Y las personas necesitan un teléfono para las emergencias y para la diversión, para saber qué dirección tomar, para intercambiar mensajes en los malos ratos y para tomar fotografías en los buenos... pero yo ya no sirvo. Fui nuevo. Fui único. Pero ya no soy. Ya no sirvo. Ya no funciono. Soy un objeto opaco, dañado, gastado, devaluado... y sin tarjeta SIM.
Hoy compraron uno nuevo, con mayor tolerancia a las caídas, con más funciones, con pantalla nue...